martes, 8 de julio de 2008

Nicaragua en la encrucijada

El sábado pasado, durante la sobrevaluada epopeya del Repliegue, el Titular del Ejecutivo, Daniel Ortega lanzó en su bipolar discurso una clara amenaza a sus oponentes, al ofrecer el "acero de la guerra" si estos persistían en derrocar lo que ellos llaman dictadura y no es otra cosa que el poder popular. Agregó además como una muestra del acero que ofrece, que iba a castigar con la cárcel a quienes habían defraudado al Estado y se hubieran lucrado con el dinero del pueblo.

El día de ayer, Ortega a través de uno de sus muñecos, el Fiscal Juárez, acusó a 39 personas por los delitos entre otros, de fraude al Estado, por el famoso caso de los Certificados Negociables de Inversión CENIS.

Pareciera cínico, que un régimen como el de Ortega, se atreva a acusar a alguien de fraude al Estado, cuando el gran fraude de la revolución sandinista le costó al pueblo de Nicaragua, billones de dólares, tan sólo si se mide por la pérdida del ingreso per cápita de los nicaragüenses, producto de las barbaridades perpetradas por "los muchachos".

Por otro lado, puede ser cierto que algunos de los acusados tengan alguno que otro pecado en su haber y merezcan un castigo por sus faltas, pero la acusación de los CENIS es a todas luces un acto político y una primera señal de Daniel Ortega a sus opositores de que tiene la "justicia" en sus manos y puede hacer con ella lo que quiera, no importa lo que se diga. Es también una señal más de su afán de desaparecer la libertad de expresión al incluir entre los acusados al Director de La Prensa, Jaime Chamorro, pues aunque Ortega tenga el cinismo de poner oídos sordos a la crítica, sueña con la perenne adulación de sus congéneres.

Por eso, los nicaragüenses se encuentran en una encrucijada. Deben decidir entre dos alternativas cruciales para su porvenir, una de ellas es sentir miedo, ponerse a temblar y someterse, la otra es hacer números, el poder popular está en el 65 por ciento o en el famélico 35, entonces sacar el espíritu guerrero y luchar con entereza. Pueden los nicaragüenses o bien lanzar el grito orwelliano: Viva el Hermano Mayor o echárselos a tuto y gritar: ¿Cuál miedo?.




2 comentarios:

José Robelo dijo...

Completamente correcto, no hay vuelta de hoja. Adelante

Revolución sin manos dijo...

Bueno, así es la política o es que pensabas que era distinta? Cosas peores pasan en EU o en Europa y nadie dice nada.
Cómo es posible que ahora vengan a decir que lo que está haciendo el presidente de la República con el caso de los CENIS es un acto político y que no es nada justo...Por favor...en todos los Gobiernos pasan cosas como estas. Lo mismo paso con Alemán e igual con Bolaños, que hasta traicionó a su gran amigo. Pero eso sí que fue justo, no?
Ahora vienen los MRS a hablar de moral, cuando varios de ellos, en la época de los 80, estuvieron al frente de Ministerios y me imagino que sucedían actos como estos y allí no decían que estaba atentando contra la libertad de expresión o que lo estaban reprimiendo.

Hay que ser consecuente. Muchas de las cosas, el 90%, de lo que sale en los diarios es pura mentira. Eso ,mi hermano, también es una lucha de poder.