martes, 11 de enero de 2011

Adiós Observación Electoral

Para nadie es un secreto que los ladrones son enemigos acérrimos de los sistemas de alarma, ni se diga de las cámaras de seguridad, las cintas razor ribbon, las rondas de la Policía, los ciudadanos armados, los candados reforzados, los cuerpos de seguridad, es decir, todo aquello que atente contra la facilidad que ellos pretenden encontrar en todos sus planes para apropiarse de lo ajeno.

Todos estos elementos vienen a provocar un mayor esfuerzo en estos delincuentes que tienen que estrujarse el cerebro para burlarlos y al final conseguir cometer sus fechorías. Pero, para ellos, lo ideal es que las casas no tuvieran ni siquiera muro, que las puertas no tuvieran cerraduras, que las personas guardaran su dinero debajo del colchón, pero sobre todo, que sus posibles víctimas fueran menos inteligentes que ellos.

Este mismo comportamiento lo estamos observando de una manera casi idéntica en el Gobierno de Nicaragua ante las próximas elecciones presidenciales de noviembre de este año. Un enorme equipo concentrado en el Consejo Supremo Electoral y reforzado por otras tres organizaciones secretas, trabajan día y noche en el montaje del fraude electoral.

El propio Titular del Ejecutivo lo confirmó anoche en un evento montado al vapor en donde torturó a la audiencia cautiva por espacio de dos horas, con su mismo manido discurso en donde anticipó que no habría observación electoral, sino simplemente acompañamiento. Esto equivale a que en una casa se desactive la alarma anti robo y en su lugar se ponga un rótulo que diga: Atrás, propiedad privada.

Una admisión de culpa más clara no puede haber y lo peor es que aparte de una que otra voz que se ha alzado en contra de esta declaración, para el resto de la población no pasa nada.