miércoles, 14 de abril de 2010

Padre mío, por qué nos has abandonado

Después de leer la funesta noticia del accidente aéreo en donde perdiera la vida el Presidente de Polonia Lech Kaczynski, la mayoría de los nicaragüenses han elevado sus manos al cielo, como exclamando, Padre nuestro, te olvidaste de nosotros. Una vez más, habiendo un resquicio en el océano del azar, se nos escapó la oportunidad de perder al presidente, su esposa, su gabinete, su gente de confianza. Qué le costaba al Altísimo, mover su poderosa mano para que lo que fue una tragedia para todo un pueblo en Europa, se convirtiera en una bendición para un sufrido pueblo del tercer mundo. No es justo.