lunes, 14 de julio de 2008

Disclaimer del pueblo de Nicaragua




Cuando el Ejército Colombiano recuperó el ordenador portátil del dirigente guerrillero de las FARC conocido como Raúl Reyes, después del devastador ataque a su campamento el pasado primero de marzo, casi de manera inmediata, incluso antes de deplorar la caída del “hermano” guerrillero, los gobiernos afines a las FARC, procedieron a descalificar el hallazgo del ordenador y a poner en tela de duda la información que pudiera encontrarse en el supuesto super archivo de Reyes.

Esta actitud llamó poderosamente la atención de quienes observaban el desarrollo de los acontecimientos siguiendo la línea lógica de la cronología de los hechos y desde ese momento se consideró al ordenador de Reyes como una caja de Pandora y no estaban equivocados, pues empezó a emanar del mismo una serie de información que está cambiando dramáticamente la suerte de las FARC.

Desde luego que uno de los actores principales de los archivos de Reyes es el Titular del Ejecutivo de Nicaragua, Daniel Ortega, quien parece no sudar por las implicaciones del hecho de estar involucrado de manera tan íntima con el grupo narco revolucionario colombiano. Ortega lloró al darse cuenta del ataque al campamento de Reyes y de su parte hubiera declarado la guerra a Colombia en nombre de Ecuador. Obviamente se encontró dentro del grupo que descalificó la veracidad de la información encontrada en el aparato de Reyes y como una forma de demostrar su furia ante el artero ataque, se ofreció para darle refugio a una aprendiz de guerrillera de nacionalidad mexicana en el territorio nicaragüense, como si se tratara de su finca.

Posteriormente Ortega lloraría amargamente la muerte de su “hermano” Marulanda conocido como “Tiro Fijo” el guerrillero más antiguo y sanguinario en la historia de los movimientos insurgentes y que con el tiempo logró encontrar el secreto de la simbiosis entre guerrilla y narcotráfico.

Como parte de su duelo, Ortega tmbién ofreció asilo político a dos colombianas sobrevivientes del ataque al campamento de Reyes, como retando al mundo con su osadía de convertir al territorio, de donde es mandatario, en refugio de terroristas.

Como siempre, le llueve sobre mojado, a las pocas semanas en un operativo sin precedentes tal vez desde la liberación de los rehenes de Entebe, el ejército colombiano rescató a Ingrid Betancourt y a 14 rehenes que estaban en poder de las FARC desde hacía varios años. Ortega no pudo disimular su enojo y se le miró descompuesto al momento de conocer la noticia, sin embargo, su Canciller y protegido Samuel Santos en un comunicado gallo gallina mostró la complacencia del Gobierno de Reconciliación y Unidad por la liberación de los rehenes, pero agregó que esta no era la solución del conflicto.

Después del acontecimiento Ortega en medio de su ya reconocida bipolaridad ha estado bandeando desde el reconocimiento del logro de la libertad sin violencia hasta su más completa descalificación del operativo. El día de ayer, en Venezuela, a pesar de que Chávez parece haber tomado distancia entre su gobierno y las FARC, aunque sea de la boca para afuera, Ortega descalificó la liberación de los rehenes al considerar que mata la posibilidad de negociación en lo inmediato. Correa por su parte, consideró hoy que la liberación fue cuestión de suerte.

Debemos entender entonces que para Ortega y su régimen, el secuestro es un arma válida y completamente legítima cuando se trata de sus socios de las FARC y cualquier intento por devolverle la libertad a quienes los narco guerrilleros han secuestrado, es un acto infame.

Esto nos viene a confirmar una vez más que la persona que ostenta el cargo más alto en Nicaragua está perdiendo la razón. La vergüenza hace rato que la perdió. Pero lo más grave es que está embadurnando de manera escatológica a sus conciudadanos, la mayoría de los cuales ni siquiera es responsable de su ascenso al poder, pues el 62% votó en contra de él.

Aquí es necesario realizar un DISCLAIMER a nivel internacional en donde el pueblo nicaragüense es ajeno a la actitud y declaraciones del Titular del Ejecutivo y no se hace responsable de las atrocidades y atropellos que éste comete en nombre de esta República.




1 comentario:

Denis dijo...

Excelente exposición. Debemos aclarar al mundo que no somos responsables de las declaraciones que a título muy personal realiza Daniel Ortega. Que él responda por sus actos y no involucre a sus conciudadanos.