domingo, 3 de agosto de 2008

No tiene la culpa el indio




El escritor peruano Mario Vargas Llosa escribió un artículo que ha sido publicado por varios diarios de habla hispana y que aparece el día de hoy en la edición del diario La Prensa, bajo el sugestivo título “Para la historia de la infamia”, en donde Vargas Llosa revive el dramático caso de Zoilamérica Narváez, hijastra del Titular del Ejecutivo de Nicaragua, Daniel Ortega Saavedra.

Los detalles que maneja el escritor peruano son ya harto conocidos por la opinión pública y no constituyen ninguna novedad, así como tampoco es noticia el desequilibrio que padece Ortega y que en los últimos meses parece conducirlo hacia una demencia irreversible. El eje del artículo entonces no es tanto Daniel Ortega, sino el pueblo nicaragüense, que según Vargas Llosa, en un acto de desvarío colectivo eligió a este depravado, olvidando el desastre de su primera gestión y legitimando el pacto mafioso celebrado con Arnoldo Alemán. Para rematar su artículo, Vargas Llosa hace alusión a otros países de Latinoamérica, diferentes a Nicaragua, país en donde todavía se encuentran extremos de brutalidad y barbarie, en donde la justicia no es digna de ese nombre y en donde una mujer puede ser atropellada y abusada por espacio de dos décadas por un matón con pistolas y uniforme verde olivo sin que los jueces actúen en defensa de la víctima.

De esta forma, si leemos entre líneas, podríamos encontrar el verdadero señalamiento del escritor peruano, a quien tal vez sólo le hizo falta que nos citara aquella famosa canción de los Tigres del Norte, un tanto racista por cierto: No tiene la culpa el indio, sino el que lo hace compadre.

Y es que en Nicaragua, sobran quienes lo han hecho compadre, es decir, solapado y aún más celebrado sus depravaciones, otros quienes se escudan en la cobarde mampara de la incredulidad y una inmensa mayoría que aunque condenan sus acciones, todavía no hacen nada para quitarlo del cargo que actualmente está profanando.

Tal vez el caso más patético lo constituye el de Rosario Murillo, madre biológica de Zoilamérica Narváez y que para saciar sus ansias de poder, hizo un pacto con el violador de su hija a fin de respaldarlo y que a cambio, él le dejara gobernar desde abajo y le abriera el camino para que algún día ella legara a la primera magistratura. A la manera de aquel monarca Inglés que expresó: París bien vale una misa, ella sacrificó a su hija y más aún, su condición de madre, por el poder sobre Nicaragua, lo cual refrenda con su diabólica sonrisa en todos los actos de gobierno que preside, al lado del sátiro que violó al fruto de sus entrañas.

Muy cercanos a la “Chamuca” como se le conoce a la primera “dama” por parte de la mayoría de los nicaragüenses, se encuentran los incondicionales del danielismo y que han resultado premiados con el botín del estado partido. Estos esbirros plenamente conscientes de los reprochables actos de su líder, simplemente se hacen de la vista gorda, además que proceden de ambientes en donde el abuso y la violencia intrafamiliar son el pan nuestro de cada día, por lo tanto, unos pueden incluso celebrarle sus andanzas.

En el tercer círculo están los sandinistas, conglomerado constituido en una gran mayoría de personas con niveles de educación casi rascando el analfabetismo y por lo tanto fáciles de manipular, de tal manera que su líder es susceptible de sufrir complots de parte del imperio y Zoilamérica puede incluso ser una moderna Mata Hari cuya misión fue desprestigiar al excelso líder. El caso dramático lo constituyen aquellos sandinistas que tienen un buen nivel cultural, tienen el germen del criterio y saben perfectamente la calaña de su líder y se sienten maniatados por la fe en el partido y no tienen otra alternativa más que vivir, como decía Van der Mersch, con una máscara de carne.

Finalmente, están aquellos nicaragüenses que están plenamente conscientes de la condición patológica de Daniel Ortega, condenan sus acciones, pero aún así permitieron que regresara al poder y aún con protestas y constantes señalamientos, permiten que día a día esta alimaña los continúe gobernando y representando ante el mundo.

Así pues, habría que sopesar quién es peor, Daniel Ortega o el resto de nicaragüenses que lo hacen compadre.











1 comentario:

Anónimo dijo...

A continuación te copio una carta que Zoilamérica escribió a "El País" con motivo de las publicaciones acerca del caso que relacionás...:

Señores:
Periódico “El País”
Madrid, España


Agradezco a ustedes el interés mostrado por mi caso, después de los 10 años transcurridos desde que mi demanda estuvo en los tribunales de Nicaragua. El que mi denuncia reaparezca en la opinión pública, si bien contribuye a que el olvido no obstaculice mi búsqueda de justicia, también implica volver a exponerme emocionalmente a los difíciles episodios del pasado. Por ello, y después de haberme tomado el tiempo de meditar y reflexionar, he decidido dirigirme a ustedes, en relación al reportaje publicado en su medio en la edición del día domingo 29 de junio 2008, permitiéndome hacer las siguientes aclaraciones:

1.- No existe arreglo económico, político, ni de ningún tipo, con mi madre, ni con Daniel Ortega. Mi actuación personal y política nunca ha estado sujeta a ninguna negociación. Soy sobreviviente de abuso sexual y siempre estaré comprometida con esta causa.

2.- Tampoco ha existido jamás arreglo financiero ni jurídico con ninguno de los Gobiernos anteriores. Los Gobernantes y el Estado de Nicaragua desde 1998 han permanecido en absoluta complicidad para favorecer la impunidad respecto a mi caso. Esto ha sembrado un grave precedente en el abordaje que tiene el abuso sexual en la sociedad nicaragüense.

3.- Tal y como consta en el expediente 12,230 de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, mi caso continua abierto. En ese expediente pueden encontrar mis cartas de actualización del caso y también las tres últimas solicitudes de audiencia que me han denegado. Lamento mencionar, que ha sido la falta de trámite de la CIDH lo que ha estancado mi caso en las instancias internacionales. Como sobreviviente, y de acuerdo con mis modestos recursos y posibilidades, sin apoyo institucional de nadie, he mantenido la tramitación de mi caso. Aprovecho el espacio para solicitar a la CIDH que emita el informe final de mi caso para que mis derechos sean restituidos. Desde Enero del 2006 he mencionado a la CIDH que la ausencia de pronunciamiento de su parte, me expone a la total indefensión en el difícil momento que vive actualmente Nicaragua.

4.- Como sobreviviente de abuso sexual y a pesar de todo lo que ha significado mi denuncia pública, nunca he dejado de residir en mi país durante estos diez largos años de impunidad. Enfrentar con dignidad el estigma y la incredulidad de la opinión publica, respetar a quienes no consideran que el abuso sexual es una razón moral suficiente para no ejercer liderazgos públicos, y recordar que la presencia publica de quien me agredió jamás violentará nuevamente el hermoso presente que he construido con mi familia e hijos, han sido quizás las mas difíciles pruebas a las que me ha sometido la falta de justicia. Así mismo, muchas otras niñas, niños, mujeres y sobrevivientes también les ha correspondido transitar por este duro camino.

Desde la Fundación Sobrevivientes, muchas y muchos estamos construyendo un espacio que si bien escapa a las estrategias publicitarias, no es un trabajo menos importante. Es desde este espacio, desde donde llevo mi testimonio cristiano de transformación a las personas abusadas, a grupos de diversidad sexual en Nicaragua que tienen derecho a vivir sin violencia, y a todas aquellas personas que quieren compartir la misión de construir una cultura de paz con justicia. Doy gracias a Dios por todos los grupos, organizaciones y comunidades de fe, que venciendo el miedo y las posibles inconveniencias políticas, han contribuido para que la Fundación Sobrevivientes mantenga viva la voz de muchas y muchos que merecemos un espacio en la sociedad. Agradezco también a mis hermanas de las redes y grupos de mujeres y organizaciones que tanto en Nicaragua como en distintos países mantienen la lucha de las mujeres nicaragüenses, y en particular mi lucha por el acceso a la justicia.

Agradezco a los medios de comunicación el que hayan respetado las diferentes etapas de mi proceso personal y las actividades en las que me involucro.

Agradeciendo la atención a la presente.

Zoilamérica Narváez
fundacionsobrevivientes@yahoo.com
http:\www.sobrevivientesnic.org