sábado, 23 de agosto de 2008

La toma del Palacio y otras tomas





Con un acto un tanto forzado, el Gobierno de Reconciliación y Unidad celebró el XXX aniversario de la toma del Palacio Nacional ocurrida en agosto de 1978. Un reconocimiento a una aventura que bajo el sugestivo nombre de “Muerte al Somocismo”, en su momento fue desautorizada por la cúpula del FSLN y en donde ahora, treinta años después, el Titular del Ejecutivo se abrazó con el mítico Comandante Cero, Edén Pastora, ambos con una mano atrás para esgrimir su respectiva “guatuza”.

La celebración que tuvo su universo en el canal oficialista, fue tan solo un pretexto para dar rienda suelta a las diatribas del Titular del Ejecutivo y a un meloso servilismo de parte del Comandante Cero, con una modesta demostración de fuegos artificiales que sin duda alguna se reflejará de manera inflada en el presupuesto de algunas instituciones de gobierno bajo el rubro “pólvora en zopilotes”.

La gesta heroica motivo de esta celebración, demostró al mundo entero que Somoza no era el férreo dictador que se creía y ante el lloriqueo de su familia debió transar con el comando Rigoberto López Pérez. Si Somoza hubiera sido un Idi Amín Dada, hubiera autorizado la entrada de Echanis al Palacio, fuera cual fuera el resultado y si para eso hubiera tenido que fusilar a su familia lo hubiera hecho.

Ahí fue el principio del fin de Somoza. Al demostrar su debilidad y al disfrazarla de un hipócrita humanismo, el dictador dejó asomar sus pies de barro y el miedo que logró infundir entre sus paisanos, se fue disipando rápidamente.

Existe algo de ironía en la celebración de este acontecimiento de parte de un aprendiz de dictador, quien quiere aferrarse al poder a través del miedo que pretende infundir entre los nicaragüenses, cuando la Historia le está echando en cara lo que puede suceder con quienes hacen del miedo de los demás su escudo.

Es necesario que Ortega modifique su discurso, pues pareciera que todo lo que maneja se está volteando en su contra y de ahora en adelante, su ámbito de acción deberá ser el territorio nacional, pues su infeliz sueño de convertirse en un líder internacional se está yendo a la basura, al gestarse en toda la comunidad internacional un fuerte repudio ante su presencia en el extranjero; situación que le dejará su imagen internacional como lampazo de excusado.




No hay comentarios: