domingo, 31 de agosto de 2008

El que la hace, la paga




El Gobierno de Reconciliación y Unidad de la familia Ortega Murillo parece haberse quitado la máscara. Ha perdido completamente la vergüenza y realiza los más bochornosos actos a plena luz del día, retando a Nicaragua y al mundo.

El chantaje practicado al Canal 2 para que cancelara el programa de televisión de Jaime Arellano, es una pequeña muestra de esta nueva forma de operar. Sin el menor disimulo, tres instituciones del Gobierno pusieron de rodillas a los directivos de la televisora y en menos de lo que canta un gallo el pingüino estaba de patitas en la calle y sin querer dar declaraciones a lo inmediato. Los dueños del canal mucho menos.

No habían pasado ni diez días de que Ernesto Cardenal despotricó en contra del Titular del Ejecutivo en Paraguay, cuando un juez, si a eso se le puede llamar juez, revivió un juicio caduco de injurias y calumnias en contra de Cardenal y lo condenó. No había por qué disimular: “El que la hace, la paga”.

Sería interesante saber, sin dentro de su desfachatez, la pareja presidencial midió las consecuencias del: “Me vale” pues, tal vez Arellano no tenga quien le escriba, pero con Ernesto Cardenal les está saliendo la virgen. A nivel mundial se les está viniendo un tsunami, que podría sobrepasar la desvergüenza de los malhechores. Así que deben recordar que cada pájaro tiene su gavilán.




El Gobierno de Reconciliación y Unidad de la familia Ortega Murillo parece haberse quitado la máscara. Ha perdido completamente la vergüenza y realiza los más bochornosos actos a plena luz del día, retando a Nicaragua y al mundo.
El chantaje practicado al Canal 2 para que cancelara el programa de televisión de Jaime Arellano, es una pequeña muestra de esta nueva forma de operar. Sin el menor disimulo, tres instituciones del Gobierno pusieron de rodillas a los directivos de la televisora y en menos de lo que canta un gallo el pingüino estaba de patitas en la calle y sin querer dar declaraciones a lo inmediato. Los dueños del canal mucho menos.
No habían pasado ni diez días de que Ernesto Cardenal despotricó en contra del Titular del Ejecutivo en Paraguay, cuando un juez, si a eso se le puede llamar juez, revivió un juicio caduco de injurias y calumnias en contra de Cardenal y lo condenó. No había por qué disimular: “El que la hace, la paga”.
Sería interesante saber, sin dentro de su desfachatez, la pareja presidencial midió las consecuencias del: “Me vale” pues, tal vez Arellano no tenga quien le escriba, pero con Ernesto Cardenal les está saliendo la virgen. A nivel mundial se les está viniendo un tsunami, que podría sobrepasar la desvergüenza de los malhechores. Así que deben recordar que cada pájaro tiene su gavilán.

1 comentario:

Carlos A. Pérez Zeledón dijo...

¿Qué pasó Zorro? Te has quedado callado...