Se cumplen ya dos meses de las elecciones municipales y todavía no hay claridad sobre el asunto. Pareciera que las fiesas de fin de año vinieron a crear un impase en donde nadie sabe dónde quedó la bolita. La oposición al final de cuentas no pudo hacer nada para lograr anular las elecciones o al menos realizar un nuevo recuento de los votos, si es que todavía existen, pues toda la documentación fue cargada en un trailer con rumbo desconocido.
Supuestamente el 10 de enero deberían de asumir su nuevo cargo los alcaldes electos, sin embargo pareciera que todo se mueve en el limbo. Como esos ladrones que no se atreven a sacar el botín de su última fechoría, Alexis Argüello de manera muy timorata se fue a asomar a la Alcaldía de Managua, para ver las reacciones que provocaba su visita y tal parece que fue como el excremento del perico.
No se ha escuchado a esos radicales de la oposición decir que evitarán a toda costa que asuman sus puestos los alcaldes espurios, realizando tranques, tomándose oficinas. Los sectores oficialistas por su parte, dejaron de proclamar y seguir manejando sus victorias. Nada.
Pareciera que tanta lucha y tanto decir, desgastó a todos los sectores. Tal vez se está esperando que una nave espacial traiga una solución al conflicto.
Así que estamos en las mismas condiciones.
Alcaldes-espurios,
Nicaragua,
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