martes, 18 de noviembre de 2008

El culo, presidente




He observado tristemente como la institucionalidad y el estado de derecho se están cayendo a pedazos en Nicaragua y todo por el capricho de un par de descalabrados mentales que se creen Napoleón y Josefina y al rato van a querer el título de emperadores del paísito. Esto me trajo a la memoria un cuentecito que circuló hace muchos años y que más o menos iba por lo siguiente.


Un día el cuerpo humano consideró que debería tener un Presidente, para funcionar de manera un poco institucional y de esta forma surgieron los candidatos, siendo los más fuertes el cerebro y el corazón. El cerebro basó su campaña en el hecho de que ahí radicaba la inteligencia que administraba la vida que el cuerpo debería seguir. El corazón por su parte, manejaba que era el órgano que irrigaba a todo el cuerpo con la sangre que era el principio vital de la existencia y que incluso el cerebro funcionaba mediante la oxigenación que le enviaba el corazón. En lo más encendido de la campaña se levantó el culo y lanzó su candidatura diciendo que él quería ser presidente y punto. El cuerpo entero le respondió que era una locura, que no tenía méritos para ser presidente y que tampoco se podía permitir el cuerpo humano dejar la primera magistratura a algo tan feo y tan maloliente. Ante esta negativa, el culo lo que hizo fue cerrarse por completo y al pasar los días, el cuerpo humano empezó a sentir los efectos de la oclusión, por lo tanto el cerebro comenzó a embotarse y el corazón mostró cierta taquicardia. Después de cierto tiempo, el cuerpo estaba a punto de fallecer a causa del empecinamiento del culo de permanecer cerrado y ante esta situación no tuvo más remedio que dejar que el maloliente agujero fuera el presidente. La moraleja en aquel cuento es que cualquier culo puede ser presidente.


De la misma forma, en Nicaragua un grupo minoritario de la broza del país, al igual que el culo se ha empecinado en cerrarse alrededor de un fraude a fin de cumplirle los caprichos a la pareja presidencial. No contentos con todas las tropelías y fechorías realizadas durante las elecciones y el conteo fraudulento de los votos, ahora también le quieren quitar al pueblo nicaragüense, una inmensa mayoría que votó en contra de ellos, su legítimo derecho a protestar por la ruindad de esa minoría.

Es hora que el cerebro del país, busque los medios para no dejar que un mísero culo, se haga cargo del destino de todo el pueblo nicaragüense.



2 comentarios:

Denis dijo...

Pareciera una metáfora estimado Zorro, sin embargo es una cruda realidad. Pero como decía un filósofo español, cada pueblo tiene el gobierno que se merece. La cosa es qué vamos a hacer al respecto

El Zorro dijo...

Hombré Denis, creo que el mayor error de Daniel Ortega es pensar de que todos los nicaragüenses son dañados del cerebro como sus seguidores. Los nicaragüenses pensantes no se van a quedar con los brazos cruzados y aunque no se enfrenten directamente con las turbas, muy pronto todos ellos van a llorar.