jueves, 13 de noviembre de 2008

El caballo de Atila




El día de hoy, el Sr. Hernán Estrada dijo que bastaría una palabra del Comandante Daniel Ortega para que en Nicaragua no quedara piedra sobre piedra. Cabe aclarar en primer lugar que el Sr. Estrada es el Procurador General de la República de Nicaragua, es decir el representante legal del Gobierno. En otros países no es cualquier trompudo el que ocupa este cargo, generalmente se elige a destacados juristas con trayectoria intachable, de una moralidad a toda prueba e incapaces de un desliz, ni siquiera una palabra que pudiera prestarse a la mínima mala interpretación. En segundo lugar, vale aclarar que el Sr. Estrada dijo lo anterior, no en una mesa de tragos, no en un fumadero, sino en rueda de prensa.

Ayer tarde, el ex pandillero y ahora diputado y eterno aspirante a la silla edilicia de Managua, Evertz Cárcamo, también lanzó amenazas a los opositores que reclamaban la transparencia en el proceso electoral, advirtiendo que los sandinistas no iban a permitir que lesionaran su “dignidad” (échense ese trompo a la uña) y que estaban armados para hacer valer sus “derechos”. En este caso, es más comprensible la actitud de Cárcamo, por sus claros antecedentes, sin embargo, inadmisible desde el punto de vista de su cargo actual.

Para nadie es un secreto que el Titular del Ejecutivo es como el caballo de Atila, que donde pone sus extremidades no vuelve a crecer la hierba. La prueba está en que después de los diez años de gobierno sandinista, Nicaragua quedó en la lipidia, prácticamente con una mano adelante y otra atrás, todo producto de sus aberraciones cometidas en el ámbito político, económico y social. Ahora, sus esbirros quieren amenazar al pueblo nicaragüense con otra hazaña del equino del Huno.

Lo importante de estas declaraciones es que fueron parte de la puesta en escena previa a que el Consejo Supremo Electoral realizara un recuento fraudulento, dentro de un proceso aún más fraudulento, para cumplir con las órdenes que recibieron de parte de la pareja presidencial de que sin importar ninguna consecuencia, el candidato títere de los Ortega Murillo debería ganar las elecciones municipales en Managua, así como los candidatos del Frente Sandinista, en sus respectivos municipios.

Este recuento, que equivale a tomarle el pelo a todos los nicaragüenses se realizó como una respuesta, un tanto a regañadientes, ante el comunicado emitido por la Conferencia Episcopal de Nicaragua, en donde por primera vez, la Iglesia Católica habló sin cortapisas, abandonando el lenguaje difuso y opaco de otras ocasiones y en resumidas cuentas acusó al Gobierno de Ortega de hacer un burdo fraude en las elecciones municipales, instándolo a echar marcha atrás en su intento, mediante una revisión de la documentación del proceso.

Así que el recuento fue un tanto para taparle el ojo al macho, aunque según el Consejo Supremo Electoral se realizó en aras de la transparencia y la tranquilidad del pueblo nicaragüense, pero dicho recuento debería hacerse en lo oscurito y sin observadores que obstaculizaran el proceso. El Consejo lanzó al tapete esta dádiva, pues no está regulado, en una conferencia de prensa con un final trágico cómico en donde los magistrados se rasgaron las vestiduras cual miembros del Sanedrín y pusieron el grito al cielo porque se han atrevido a dudar de su honradez e integridad y uno de ellos hasta acusó a la Iglesia de haber cometido pecado mortal al jugar con su santidad (con minúscula), aunque lo más admirable fueron las facultades histriónicas de ese magistrado que pudo contener la risa al lanzar sus penas al viento. Es cómico el hecho de que este mismo magistrado anduvo hace días llorando como la Zarzamora pues en el Comité Olímpico le hicieron fraude para arrebatarle la presidencia.

Obviamente que la oposición, que no se chupa el dedo, rechazó la oferta del Consejo, alegando que tendría que hacerse el recuento de día y con la participación de observadores internacionales de prestigio, lo cual fue ignorado por el Consejo, pues debía obedecer ciegamente lo comandado por el Titular del Ejecutivo.

Así que al final del día de hoy, el Consejo Supremo Electoral alzó sus carpas para ofrecer otra función circense y declarar que los resultados del recuento fueron siempre favorables al ex tri campeón de boxeo Alexis Argüello, aún cuando todavía luce grogui después de la paliza obtenida.

La celebración de los orteguistas no se hizo esperar, sacaron a todos los empleados públicos a las calles y también los vehículos estatales a demostrar el júbilo por la victoria. Por otra parte, una entidad gubernamental adquirió en un negocio propiedad de un orteguista, un extenso lote de machetes, que a toda máquina fueron afilados para distribuirse entre los “ciudadanos” que celebraban, pues habían rumores que los liberales disfrazarían a antisociales de sandinistas para realizar tropelías, por lo que los verdaderos sandinistas se desplazarían por los principales centros comerciales para defenderlos y que después no les echaran la culpa. La gran interrogante es de dónde sacarían los liberales tanto antisocial, si todos ellos se encontraban celebrando la victoria y realizar lobotomías al por mayor para llegarle al parecido estaba realmente difícil.

Así que a los liberales les está cayendo tras cuernos palos, pues además de la derrota “aplastante” del voto disciplinado de las huestes sandinistas, que como la multiplicación de los peces y los panes se hicieron mayoría, ahora están en capilla, pues cualquier día el Titular del Ejecutivo pronuncia la palabra que dice el Procurador Estrada y no queda en Nicaragua piedra sobre piedra.






No hay comentarios: