domingo, 27 de abril de 2008

The china shop

Dicen que al mejor mono se le cae el zapote, sin embargo en el otro extremo hay personas proclives a causar desastres por donde pasan y no eventualmente, sino de manera constante a lo largo de toda su existencia. Para esta gente, existe alrededor del mundo una expresión con diferentes variantes: “buey en un tejado”, “chivo en cristalería”, “elefante en bazar”, “mono en el emporio de la loza” o en inglés “a bull in a china shop”.Desde el 10 de enero de 2007, el pueblo nicaragüense ha estado con el alma en vilo, observando cómo en la inmensa cristalería que es este frágil país, no cesa el peculiar ruido de cristales rotos y pareciera que no está quedando nada a salvo. Daniel Ortega comenzó su mandato con un insolente desaire a personalidades internacionales, invitados especiales y pueblo en general, en el acto de toma de posesión, todo para esperar a su líder espiritual Hugo Chávez.

A partir de entonces, las atrocidades del mandatario no cesan. Continuó con una enorme escoba a barrer empleados públicos que no pertenecían a sus “cuadros”, para sustituirlos por empleados obedientes y leales, proceso que todavía a la fecha no finaliza. El caso de los maestros no se queda atrás, no sólo no les cumplió las promesas de mejoría salarial, sino que los tachó de corruptos y despidió arbitrariamente a los disidentes.

También es para recordarse siempre, la perla de los manuscritos de Darío que obsequió a Hugo Chávez en su desmedido afán de servilismo hacia su líder.
El pueblo ha tenido que soportar cada manifestación de cariño a sus peligrosas amistades, que han puesto a Nicaragua en listas de alerta, además de los virulentos e imprudentes discursos que pronuncia para congraciarse con esos amigos.Por un lado despidió a una Ministra por poner una clínica en su Ministerio, pero echa a andar toda su maquinaria para defender a un supuesto implicado en un caso de extorsión. En esa ocasión lanzó una cortina de humo para desorientar a la opinión pública y lo primero que se le ocurrió es destruir la fuente musical de la Plaza de la República.

Ha crecido en la pareja presidencial una obsesión por los Consejos del Poder Ciudadano, para darles todo el poder posible, llegando al extremo de conformar fuerzas de choque al estilo de los Tonton Macute de Duvalier.

Los programas Hambre Cero y Usura Cero no han dado resultado alguno después de más de un año de ejecución, antes bien, el diseñador de estos programas, el doctor Orlando Núnez ha resultado ser un digno exponente de pobreza cero, pues cada día surgen más propiedades a su nombre, a lo cual simplemente grita que su bienestar no está reñido con su espíritu revolucionario y que si ser rico es pecado, según las nuevas reglamentaciones de la iglesia, él se las arreglará en su momento con el Creador.

Inspirado en la trayectoria de Al Capone, Daniel Ortega ha instaurado un estilo de negociar basado en la extorsión y el chantaje. De esta manera ha arrinconado a los directivos de la ESSO y en la misma vía van los de Unión FENOSA, con el fin de lograr los propósitos de su partido, para lo cual el poder judicial, constituido al mejor estilo de las familias de la cosa nostra, sirven de brazo ejecutor para todas sus acciones de racketeering.

Con el fin de silenciar a los medios de comunicación que se atreven a criticar a su gobierno, recientemente le montó un teatrito al diario La Prensa, al acusar a los directivos de ese rotativo a través de miembros de los CPC, que se sintieron ofendidos en su honra por un titular del diario que criticaba los métodos de los consejos para vapulear a los periodistas. El juez, marioneta del régimen emitió un veredicto condenatorio a los acusados, tratando de sentar un precedente para todos aquellos que se atrevan a criticar al régimen.

Siguiendo instrucciones de su gurú bolivariano, Ortega le ha ofrecido protección e incluso la ciudadanía nicaragüense a Lucía Morett, la estudiante mexicana que estaba entrenándose en el campamento de las FARC anclado en Ecuador y que fue atacado por el ejército colombiano y en donde falleció el segundo líder de las FARC. Con esta acción no está dando una imagen internacional de solidaridad, sino de protección a grupos terroristas.

La incógnita nuestra de cada día pareciera ser, ¿qué se le ocurrirá romper ahora? Será que al final de su período ¿dejará algo sin romper en esta frágil Nicaragua?

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