lunes, 20 de julio de 2009

Un Pueblo no alcanza en una plaza

Otro año más el mismo circo, los mismos payasos, las mismas fieras, las mismas pulgas. Nada nuevo en la desgastada celebración de un aniversario más de la revolución de 1979, salvo tal vez que en esta ocasión, el Titular del Ejecutivo repitió como lora la consigna de Hugo Chávez: Reelección, Reelección. La misma perorata de Mel Zelaya con su referéndum, ahora el Titular pretende legitimarlo en Nicaragua con la promesa de que el Ejército y la Policía, estarán de su lado, apoyando su delirio de eternizarse en el poder. Los vítores obligados le nublan la vista al aprendiz de dictador y no se da cuenta que el Pueblo, si con mayúscula, ese no alcanza en la plaza.

El Pueblo está cansado del mal gobierno de Ortega y su pacotilla que en dos años y medio de gobierno están llevando al país a la ruina y no contentos con eso, están desbaratando el Estado de Derecho y terminando con las instituciones. Nunca antes, ni en la época de Somoza, ha existido en este país tanta corrupción. Entonces ¿para qué reelegirlo? Es que quisiéremos acaso ver quebrado al país y la enseña triunfal del honor convertida en un muladar. Es preciso que los monigotes hagan entender al gorila bolivariano que no estamos para bailar su son, que todavía tenemos dignidad.

Por eso, cada vez que escuchemos al títere de Chávez decir Reelección, parafraseando a Leonel Rugama hay que gritar a todo pulmón: ¡Que se reelija tu madre!



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